Triana: el flamenco que nos espera
· Publicada ·

El guitarrista trianero Joselito Acedo, junto a su padre, José Acedo, tocando en el Hotel Triana durante la Velá de Santa Ana de 2021. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
Javier Fernández Maeso | @JaviFdezMaeso
La tercera noche de la Velá de Santa Ana 2021 parecía que se caracterizaba por el cartel de más nivel flamenco de la edición de este año. No tanto por lo que figuraba -Fran Cortés y Joselito Acedo-, que también, sino por lo que se presumía que podía venir. O bien podía anunciarse como “la noche joven de la guitarra trianera”. Al final todo desembocó en una fiesta por bulerías que reunió a viejos y jóvenes del arrabal para despedir el espectáculo.
Otra Velá más hizo acto de presencia Carmen Coronado, un clásico de las presentaciones, valga la redundancia, en “los días señalaítos”. Presto salió al escenario Fran Cortés, hijo del insigne Chiquetete, junto a sus músicos. El guitarrista es un artista inquieto que también compone, canta y produce -lo puedes encontrar perfectamente entregando los sones de su guitarra flamenca a temas del rapero sevillano Haze, por ejemplo-. Llegó acompañado de una marabunta de familiares y amigos venidos, muchos de ellos, desde lo más profundo de El Tardón. Estos corearon las letras que Cortés entonaba y le dieron vida a un público desperdigado, como el día anterior.

El músico Fran Cortés cantando el Hotel Triana durante la Velá de Santa Ana de 2021. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
Hace cuatro o cinco Velás de Santa Ana Chiquetete se presentó por sorpresa en el escenario del Altozano. “Mi padre es de las personas que más veces ha cantado gratis. Pero eso no se cuenta porque no vende”, dijo anoche su hijo durante la actuación. Regresando a aquella noche de hace varios años, una de las últimas actuaciones en público de Chiquetete, el del Tardón cantó su hit ‘Esta cobardía’ y entre vítores de su querida Triana habló a los vecinos que allí se dieron cita de lo mucho que quería a su barrio y de que su nieta Gabriela heredaría esa pasión por el arrabal.
Pues esa misma niña, hija de Fran Cortés, saltó al escenario del Hotel Triana con su padre para recordar a su abuelo cantando ‘Esta cobardía’ y emocionando al público. Cortés interpretó canciones de los dos discos que tiene en la calle y algunas versiones de temas de su padre. En cambio, fue cantando por bulerías unas preciosas letras sobre Triana cuando rompió a llorar entonando los versos finales, que aludían al adiós de su padre: “En Triana hay un silencio, un alba sin soniquete, están de luto los balcones sin la voz de Chiquetete”.
El patio del Hotel Triana vibró de emoción con las lágrimas del artista, que no se despidió sin antes invitar al escenario al cantaor Guillermo Manzano y a su cuadro flamenco. Por bulerías, Cortés acompañó al toque a Manzano mientras varios acompañantes de este último se arrancaban a bailar. Fue el cierre al espectáculo de Fran Cortés ‘Chiquetete’, como también se hace llamar, que dejó paso a su compañero y amigo Joselito Acedo.
Fran Cortés al toque y Guillermo Manzano al cante. Así se ha despedido el del Tardón esta noche del público del Hotel Triana en la tercera noche de #VeládeSantaAna21. @Ayto_Sevilla @TDSevilla #TDSCultura #TDSActualidad #SevillaHoy #Música #Flamenco pic.twitter.com/XzeYvPBX7M
— Triana Digital (@trianadigital) July 23, 2021
Entonces llegó el momento de Joselito Acedo, uno de los artistas jóvenes con más talento y proyección de Triana. Hijo de José Acedo, que acompañó tocando unos fandanguillos a su hijo, y sobrino del virtuoso Rafael Riqueni. Joselito tiene pose de artista exigente y se mostró molesto, y con razón, con parte del público que se encontraba al fondo en la barra y no tuvo el respeto de sentarse a escuchar. “Voy a ponerme igual de a gusto que los de la barra”, decía mientras bebía de su copa sobre el escenario. O “el rollo del barrio” fueron algunos de los comentarios que soltó al respecto.
“Pero nosotros vamos a pasárnoslo igual de bien”, dijo convencido a pesar de que el público estaba “revuelto”, en sus propias palabras. Es imposible no pasarlo bien con María Terremoto sobre el escenario, a la que invitó Acedo. La joven cantaora jerezana tiene una gran relación con Alba Molina, el propio Acedo y más artistas jóvenes del arrabal y eso se traduce sobre el propio escenario.

Joselito Acedo tocando la guitarra en el Hotel Triana una noche de la Velá de Santa Ana 2021. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
María parece haberle cogido el gusto al barrio y a su gente -figuró hace año y medio aproximadamente en el videoclip de ‘Triana D.F.’ de Joselito Acedo, donde prácticamente es la única persona que no es de Triana entre todos los personajes que aparecen en la grabación-. Así lo demostró por bulerías, con Acedo al toque, exhibiendo una fuerza tremenda, gran compás, alegre, fresca y arrolladora. Mucha naturalidad en María, algo básico en cualquier artista, también a la hora de bailar. Mucho talento. Mucho futuro.
Con los asientos del patio del Hotel Triana un tanto desangelados, Joselito Acedo ejerció de maestro de ceremonias para organizar una pequeña gran fiesta trianera aunque fuera sobre el escenario. Llamó a los viejos, como a Curro Fernández -muy pendiente de él su nieto David todo el tiempo- o a José Lérida, de los pocos que quedan. Además llamó a sus amigas, jóvenes, del barrio. Así, se unieron a la fiesta Alba Molina y Gema Berral, hija de Ángel Berral, muy conocido por ser el propietario de Motos Berral -negocio bastante popular entre los trianeros- en la calle Pureza, y que falleció en noviembre de 2020.
Por bulerías cantó Alba Molina sus características letras, muchas de ellas tomadas de su padre, y también lo hizo, entre otros, Gema Berral, que con mucho desparpajo adaptó a este palo el bolero ‘Si tú me dices ven’ de Los Panchos. Ambas bailaron. Y bailó Curro Fernández, con esfuerzo, y José Lérida… Y todos terminaron bailando en una fiesta donde hubo algo de Manuel Molina, aparte de su hija Alba.
El espectáculo de Joselito Acedo desembocó en una gran fiesta trianera por bulerías con Alba Molina, Gema Berral, José Lérida, Curro Fernández… Este fue el desenlace de la tercera noche de #VeládeSantaAna21. @Ayto_Sevilla @TDSevilla #TDSCultura #TDSActualidad #SevillaHoy pic.twitter.com/CeYPyAxrou
— Triana Digital (@trianadigital) July 24, 2021
EL VACÍO QUE DEJÓ MANUEL MOLINA
Las comparaciones son odiosas. Más aún en el mundo del arte y el deporte. Tampoco hacen ningún favor. ¿Cuántos ‘nuevos Messi’ han fracasado? Pero en la relación entre Triana, Joselito Acedo y Manuel Molina se pueden trazar algunas líneas de confluencia. Y eso que Manuel Molina y Joselito Acedo son seres completamente diferentes.
Por un lado, encontramos al carismático Manuel Molina, leyenda flamenca, alma de poeta, gran comunicador y excelente compositor. Precursor de grupos como Smash, entre otros, propulsor de La Familia Montoya y con gran liderazgo en el espectáculo ‘Triana Pura y Pura’ (Teatro Lope de Vega, 1983), la última gran fiesta de los gitanos trianeros. Desde joven, cuentan nuestros padres, que se le veía en un extinto bar de la calle Álvar Núñez, próximo al entonces colegio Elena Canel, con chavales más jóvenes hablando de música e involucrándose en infinidad de proyectos.
Luego está Joselito Acedo, quizás joven aún, con gran talento para la guitarra, dotes de productor, mucho compás y proyección internacional. ¿Y en qué lugar queda Triana teniendo en cuenta todo esto? El vacío que dejó Manuel Molina, que supo convencer y organizar a los mejores artistas del barrio para hacer música, catapultando el nombre del Triana al panorama artístico internacional, sigue existiendo y al barrio le hace más falta que nunca mitigarlo. ¿Será Joselito Acedo la solución?
Desde luego ostenta una gran mentalidad de barrio y, igual que Manuel Molina, se deja ver habitualmente por nuestras calles. Tiene carisma y capacidad de convocatoria para aglutinar a artistas trianeros de todas las generaciones, tal y como mostró en su trabajo ‘Triana D.F.’ y ayer en el Hotel Triana durante lo que se pudo interpretar como un híbrido entre declaración de intenciones y halo de esperanza. Ama al flamenco y a su barrio pero, ¿será capaz y querrá tirar del carro? De ello puede depender el flamenco -el poquito que nos queda- pero también la música trianera que nos viene.