Nunca faltará la Esperanza
· Publicada ·

FOTO: Hermandad de la Esperanza de Triana.
Pablo Pozuelo
@Pozuelo91
Periodista
Lejos de dejarme llevar por la nostalgia, voy por el pasillo de casa y creo oír algo que me parece imposible: una marcha en la calle. ¿Cómo puede ser? Me asomo a comprobarlo y sí, es cierto. Suenan los acordes de la marcha Salve a Nuestra Señora de la Salud en algún lugar del Turruñuelo. En el momento de entonar el canto, la gente se anima y se une, ¡porque cuánta falta hace la Salud en estos tiempos y qué cerca la tenemos todo el año en Triana!
Desde el patio, un niño toca los acordes de La Saeta en su flauta dulce. O por algún balcón huele a incienso desde dentro de la casa, mientras se suceden los vídeos de La O y El Cachorro por la calle Castilla. También los hay quienes se atreven a hacer torrijas y así poder llevar mejor la cuarentena. Son pequeños detalles que guardan un gran significado en su interior.
Aunque pueda parecerlo, las desiertas calles de Triana no lloran la ausencia de lo que estaba por venir y no llegará. Para nada. Los hogares vivirán estos días como nunca antes lo han hecho. Llenos de corazones ilusionados porque esto ha llegado y nada ni nadie nos lo va a quitar. El Barrio olvidará sus Penas mientras busca la Estrella que le espera al final del túnel. O mejor que nos espere en la calle San Jacinto, un lugar más bonito y más nuestro.
La penitencia de este año será muy especial. Pero lo más importante es que irá por todas aquellas personas que luchan por superar este dichoso virus, por los sanitarios, por los cuerpos de seguridad y por todos aquellos que continúan levantándose cada día para salir a la calle y trabajar con fin de seguir ofreciéndonos artículos de primera necesidad.
Sigamos guardando la ilusión, porque eso sigue vivo en nuestro interior. Triana vive su Semana Santa todo el año y de esta Caída nos vamos a levantar. Porque aquí SIEMPRE tendremos LA ESPERANZA que lo hace todo posible. Desde el principio hasta el final.