El antiguo Hotel Triana recibirá una protección especial del Ayuntamiento
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Patio del Hotel Triana durante el Pregón de la Velá de Santa Ana 2017, pronunciado por el periodista José Antonio Rodríguez Benítez.
El antiguo Hotel Triana, edificio situado en la esquina que forman las calles Clara de Jesús Montero y Manuel Arellano, obtendrá una protección especial por parte del Ayuntamiento de Sevilla al ser incluido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por su valor patrimonial e histórico marcado por su estilo regionalista.
El próximo lunes, el pleno del Consistorio buscará modificar el conocido como PGOU, plan que regula los usos que se le pueden dar a cada área del término municipal, con el fin de incluir al Hotel Triana en él y que obtenga así una protección que le blinde de futuros deterioros y demoliciones.
El inmueble se construyó entre 1927 y 1929 con la idea de ser utilizado como hotel durante la Exposición Iberoamericana de ese último año, aunque nunca llegó a ejercer esta función. De hecho, uno de los aspectos más importantes del edificio es que pasó a utilizarse rápidamente como corral de vecinos en el barrio, presentando características diferentes a las del resto de corrales levantados por esos años.
El antiguo Hotel Triana fue declarado “en estado de ruina” en 1981 por la Audiencia Territorial de Sevilla, y ante el temor a que fuese demolido, un año más tarde fue nombrado Bien de Interés Cultural (BIC), título que otorga la Junta de Andalucía, lo que dio pie a que en 1983 el Ayuntamiento de la ciudad comprara la estructura para evitar mayores deterioros.
A todas estas protecciones se le añadirá ahora la inclusión en el PGOU, en un movimiento por parte del Gobierno Municipal por añadir a este catálogo de protección varios edificios de valor patrimonial situados “en la periferia” de la ciudad, y no únicamente en el centro, tal y como se planteó que actuase el PGOU inicialmente.
La noticia tiene importantes precedentes cercanos en la ciudad. Y es que llega meses después de que el Ayuntamiento aprobara una serie de medidas con las que protegía a numerosos inmuebles del distrito de Nervión relacionados con la arquitectura regionalista del siglo XX.
Esta nueva preocupación del gobierno de la ciudad surge a raíz de la controversia suscitada en 2017 por el edificio del número 35 de la calle Cristo de la Sed, obra del arquitecto Aníbal González, que no gozaba de ninguna protección y sus nuevos propietarios habían anunciado su demolición para la construcción de viviendas.
Redacción