Triana se encomienda a su Esperanza

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FOTO: Javier Fernández Maeso.

Redacción | @trianadigital


Por segundo año consecutivo, Covid-19 mediante, Triana se quedará sin encontrarse en las calles del arrabal con el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza, que aguardan en el interior de la Capilla de los Marineros, presidiendo los altares efímeros acondicionados por la hermandad en sus respectivos presbiterios. Todo pensado “para que toda aquella persona que sea hermana, fiel o devota pueda postrarse ante nuestros amantísimos titulares y presentarles sus oraciones, súplicas y gracias ante la inminente llegada de una nueva Pascua”, apuntan desde la hermandad.

Llega la Madrugá de 2021, que se partirá en los días del Jueves y el Viernes Santo -con el toque de queda de las 23:00 horas- en lo que a cultos y actividad pública se refiere. De este modo los titulares de la cofradía radicada en la calle Pureza se han podido venerar de forma excepcional a lo largo de esta Semana Santa y así será hasta el próximo Domingo de Resurrección, además de los cultos y actos previstos por la hermandad.

Hoy, Jueves Santo, la Capilla de los Marineros abrió a las 9:00 horas y lo hará ininterrumpidamente hasta las 20:00 horas. Asimismo, a las 17:00 horas se celebrará la Misa vespertina de la Cena del Señor en la Real Parroquia de Señora Santa Ana.

A las 22:30 horas, en directo, desde la Capilla de los Marineros, se retransmitirá el programa especial «Madrugada de Esperanza», producido por Blogosur y que se emitirá en el canal de Youtube de la hermandad, Esperanza de Triana TV.

Mañana, Viernes Santo, a las 10:00 horas tendrá lugar el rezo penitencial del Santo Vía Crucis ante la imagen del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y el rezo de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María ante la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza.

En este sentido la capilla abrirá desde las 10:00 hasta las 20:00 horas ininterrumpidamente. A las 17:00 horas está programada la celebración de la Pasión del Señor en la Real Parroquia de Señora Santa Ana.

Al día siguiente, el Sábado Santo, la Capilla de los Marineros abrirá desde las 10 hasta las 14:00 horas y desde las 17:00 hasta las 20:00 horas, momento en que se oficiará la Misa de la Vigilia Pascual en la Real Parroquia de Señora Santa Ana.

Finalmente, el Domingo de Resurrección, abrirá la capilla desde las 10:00 hasta las 20:00 horas ininterrumpidamente, celebrándose la Santa Eucaristía a las 13:00 horas.

Cabe destacar que “todos los cultos y actos se desarrollarán bajo el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria y distancia social establecidas por las autoridades competentes a la fecha de la celebración de los mismos”, indica la hermandad en un comunicado.

FOTO: Javier Fernández Maeso.

COMO EN EL AÑO 1932

De forma histórica, la hermandad ha decidido recrear los altares erigidos en el antiguo Convento de San Jacinto durante la Semana Santa de 1932, fecha en la que por la situación política sobrevenida por el advenimiento de la II República la cofradía tampoco pudo realizar su Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedra.

Por ello, tal y como se realizó hace ochenta y nueve años, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza se han situado sobre unas superficies de carácter vegetativo, simulando el primero la calle de la Amargura y la segunda el monte Calvario. La imagen del Señor, así mismo, se ha enmarcado bajo un arcosolio dorado, fabricado con el retablo-marco de las Ánimas de la propia Capilla de los Marineros.

La Virgen de la Esperanza, por otro lado, se ha puesto a los pies de una cruz con un sudario a modo de soledad. Como curiosidad, este leño es el mismo que se colocó en 1932, pues pertenece a la Hermandad del Baratillo, que se lo ha vuelto a ceder, junto con un sudario.

El Señor viste una nueva túnica de un rico damasco de seda, portando las potencias de plata de principios del siglo XVIII, junto con la cruz de sección cuadrada fileteada en plata de 1922.

Y Nuestra Señora de la Esperanza estrena saya y manto de terciopelo, rojo y azul respectivamente, realizados por Dolores Romero, colores usados por aquel entonces, y un tocado de brocado italiano de finales del XVIII. Igualmente, porta el fajín que bordara Julián Torres en el año 2014 y que donara un grupo de hermanos.

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