Cuando Sevilla guarda la mantilla y se viste de flamenca
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Sevilla, como cada año, vive su tradicional proceso primaveral, que empieza con la ilusión, los nervios y la incertidumbre de las vísperas, continúa con la alegría y la luz de los ramos y palmas del Domingo de Ramos, sigue con la vivencia de la Pasión de Cristo tal y como la entienden los sevillanos, continúa con el estético luto por la muerte del Señor y se reinventa el Domingo de Resurrección para recuperar el espíritu festivo de las pascuas.
A partir de ahí, Sevilla se toma unos días en los que pone a descansar sus sentidos para volver a mostrarse plena y radiante, fiel a su identidad y costumbrista, bella y colorida. Lo hace situando su epicentro durante una semana en la ciudad efímera de la Feria de Abril de Sevilla. Atrás queda ya la primera de las dos Semanas Grandes de la capital andaluza, que en Triana Digital hemos logrado cubrir con éxito a pesar de haberlo hecho con las infraestructuras justas de las que disponemos con menos de tres meses de existencia.
Una Semana Santa completa a pesar de la inestabilidad meteorológica
Todas las cofradías sevillanas que realizan Estación de Penitencia a la Catedral salieron a la calle y pudieron alcanzar el templo metropolitano, a excepción de Los Gitanos, que se refugió en La Anunciación antes de poder llegar a la calle Sierpes. Sin embargo, las cinco hermandades de Triana que salen a partir del Domingo de Ramos pudieron completar su itinerario, a pesar de sufrir el Viernes Santos contratiempos por la lluvia, lo que obligó, entre otras cosas, a recortar su recorrido de vuelta a La Esperanza de Triana.
Domingo de Ramos · La Estrella
El día se fue arreglando conforme fue avanzando la mañana y la Hermandad de la Estrella no tuvo problemas para realizar Estación de Penitencia e inaugurar la Semana Santa de Triana. Con palio de Garduño la Virgen de la Estrella y, Nuestro Padre Jesús de las Penas, con lirios morados con candelería del mismo color, se lanzaron a la calle a la hora prevista y completaron su recorrido sin incidencias.
Lunes Santo · San Gonzalo
Soleado Lunes Santo que permitió a la Hermandad de San Gonzalo realizar sin problemas su Estación de Penitencia. Las temperaturas fueron más bajas de lo que se acostumbra y esto, como es lógico, lo agradecieron enormemente nazarenos, penitentes, acólitos, costaleros, servidores, hermanos brazaletes… El primer Lunes Santo de la Virgen de la Salud Coronada salió a pedir de boca.
Madrugá · Esperanza de Triana
Apareció la inestabilidad meteorológica que obligó a la cofradía a refugiarse a la Catedral. Los primeros tramos de nazarenos y la Banda de CC y TT San Juan Evangelista tuvieron que darse la vuelta y regresar al templo metropolitano cuando la cruz de guía discurría por la calle Arfe. El cortejo pudo reorganizarse y la hermandad aprovechó para regresar a Triana cuando cesó la lluvia. Tal y como suele realizar la cofradía en estos casos, la vuelta se produjo acortando el recorrido para acceder directamente a la calle Pureza desde el Altozano. Por lo demás, un amago de ‘carrerita’ sin más consecuencias por Reyes Católicos a la ida.
Viernes Santo · El Cachorro
La corporación de la calle Castilla se reencontró con sus viejos fantasmas del tiempo y, cuando debía realizar su salida, cayó un intenso chaparrón en Triana. La hermandad pidió 45 minutos de prórroga para tomar una decisión sobre si realizaría Estación de Penitencia. Los 45 minutos se alargaron hasta la hora y, finalmente, El Cachorro puso su cruz de guía en la calle. A paso ligero para intentar recuperar tiempo de retraso y dejar paso a La O, el cortejo pasó por Triana rumbo a la Catedral. Los problemas surgieron a la vuelta cuando el Cristo de la Expiración se encontraba en el Puente de Triana. Apareció una llovizna que poco a poco se fue intensificando y no cesaría. Así, la cofradía tuvo que volver ‘a paso mudá’, mientras los nazarenos protegían las insignias cubriéndolas con sus capas.
Viernes Santo · La O
La Hermandad de la O se llevó la peor parte del Viernes Santo. Si bien puso la cruz de guía en la calle en cuanto pasó por la puerta de su iglesia la Virgen del Patrocinio, la lluvia le sorprendió a la vuelta cuando todavía se encontraba al otro lado del río. A Nuestro Padre Jesús Nazareno lo protegieron con un capote impermeable y a María Santísima de la O le taparon con un plástico el extremo del manto desprotegido por el techo de palio. Ante esta situación, el cortejo trató de regresar a su templo lo más rápido posible, dejando algunas estampas que quedaron grabadas en nuestras retinas.
La Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana tocó todos los días
Triana sonó a partir del Domingo de Ramos en La Amargura, Polígono de San Pablo, Las Aguas, La Candelaria, La Lanzada, La Esperanza de Triana, Montserrat y La Trinidad. Semana Santa completa para la formación dirigida hasta entonces por Julio Vera, que solo sufrió contratiempos por la meteorología durante la Madrugá, en su propia hermandad, a la que igualmente pudieron acompañar con su música hasta la entrada.
Javier Fernández Maeso