Alejandro Ortega (Trianero del Año): “Mi lista de Spotify pasa de Mozart a Bad Bunny”
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Alejandro Ortega en su terraza sostiene su violín y un cuadro donde aparece el Puente de Triana. | FOTO: Javier Fernández Maeso
Javier Fernández Maeso | @JaviFdezMaeso
Entre la incertidumbre y el desasosiego de la cuarentena más estricta que nos trajo la Covid-19 surgieron determinadas figuras vecinales que no solo suavizaron el histórico trance saliendo al balcón y entregándonos su arte, sino que llegaron a emocionar a sus vecinos protagonizando momentos insólitos de virtuosismo y comunidad.
Uno de estos vecinos fue Alejandro, con 19 años por aquel entonces, que salió a la terraza junto a su violín eléctrico para deleitar con adaptaciones de canciones actuales a la calle Esperanza de Triana y a los impacientes vecinos que se apostaban en las ventanas y balcones de los altos bloques. Alejandro Ortega Vegas (Sevilla, 23 de mayo del 2000) ha sido condecorado con la distinción a Trianero del Año, que recibirá el próximo miércoles 21 de julio en el patio del Hotel Triana junto al resto de premiados de la actual edición de la Velá de Santa Ana.
Este vecino estudió Primara en el CEIP José María del Campo, la ESO en los Maristas, Bachillerato en el IES Politécnico del vecino barrio de Los Remedios y actualmente el Grado de Magisterio en el Centro de Estudios Profesionales (CEU) de Bormujos. Además compagina sus estudios en la escuela de música Joaquín Turina con contratos en bodas y eventos.
Pero lo que más popular le ha hecho es su actividad en las redes sociales, donde gracias a sus covers e interpretaciones se ha convertido en un auténtico fenómeno viral que suma 1,5 millones de seguidores en TikTok y 41.800 en Instagram. Con motivo de su reconocimiento como Trianero del Año nos recibe en su piso de la calle Esperanza de Triana, en la misma terraza desde la cual enamoró a los vecinos con su música durante el confinamiento domiciliario.
- ¿Cómo te sientes tras ser distinguido con el premio al Trianero del Año?
– Es emocionante. Algo que no te esperas. Esto lo hice porque a mí siempre me apetece compartir la música con la gente pero nunca pensé que me lo iban a recompensar tanto y se iban a sentir tan agradecidos. El plus de recibir este premio me hace sentir bastante orgulloso, que hago las cosas bien y espero que sea así sea siempre.
- ¿Cómo surgió tu idea de tocar el violín en el balcón de tu casa durante la cuarentena?
– Llevaba un tiempo subiendo contenido a internet y veía que a la gente le gustaba. Pero la música es mucho mejor en directo. Si las personas con las que la comparto por internet la pueden disfrutar también en vivo, ¿por qué no salir a mi terraza, en un momento en el que la gente está encerrada y no tiene con qué entretenerse? Pensé: “si puedo mejorar la tarde de una persona con mi música, voy a probar a ver qué tal”. El primer día salí y vi que a los vecinos les gustó, por lo que decidí hacerlo como una especie de rutina algunos días.
- Se generó una comunión muy especial con los vecinos.
– Muchas veces salía a la terraza y desde enfrente, los balcones, me preguntaban cuándo iba a volver a tocar. Me aplaudían un montón. Flipaba con la de gente que se asomaba; un día salieron todos con las linternas. Me sentí muy guay. La canción de Manuel Carrasco gustó mucho. Se notaba que los vecinos estaban disfrutando y como músico eso es lo que más me llena, es decir, transmitir.
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Como violinista, la técnica y la preparación son muy importantes, son vitales, obviamente, porque si no eres bueno, no te preparas, no estudias… no vas a tocar nunca bien. Pero lo fundamental, aparte de eso, es saber transmitir. Porque puedes tener una gran técnica y tocar perfectamente pero como no seas capaz de transmitir lo que quieres cuando estás interpretando, no le va a agradar a la gente.
- ¿Alguna anécdota especial?
– Desde el primer día me sorprendió que mucha gente bastante mayor se asomara a los balcones y también le encantara la música moderna que toqué. Además me llamó la atención lo agradecidos que estaban los vecinos y lo mucho que les gustó. Eso es lo que más he disfrutado.
- ¿Cómo influyó todo ello en tu manera de afrontar la cuarentena?
– No afronté mal la cuarentena. Me divierte salir con mis amigos pero no soy una persona muy fiestera ni me apetece estar hasta tarde en la calle. Cuando quedo con mis amigos soy bastante tranquilito. En mi casa estuve muy a gusto, y al pasar tanto tiempo solo, me ayudó mucho a conocerme a mí mismo y a mejorar como músico.
La cuarentena me ayudó a conocerme y a mejorar como músico
Me ayudó a comprender qué música le atrae a la gente y de qué forma le apetece escucharla. Siempre he estado acostumbrado a tocar delante del público desde pequeño, ya que en mi escuela realizábamos conciertos al final de cada trimestre pero no es lo mismo hacerlo ante los padres y los alumnos de la escuela que ponerte a tocar aquí delante de la calle entera, que son personas que al fin y al cabo no conoces.
- Has atraído la atención de figuras muy populares y variadas de la música, como Alejandro Sanz, Omar Montes, Camilo, Lérica, Guaynaa o Paulo Londra.
– Tengo una lista de Spotify en la que puedo estar escuchando Mozart y la siguiente canción que me salta a lo mejor es de Bad Bunny. Para saber de música tienes que conocer todos los ámbitos y los géneros que existen. Me encanta la filosofía y hay un filósofo que dice que para conocer la verdad debes tener todos los puntos de vista sobre esa cosa o tema. Hay que saber de reggaeton, flamenco o la música clásica que, aunque luego no me dedico a eso, personalmente es la que más me agrada. Pero me siento obligado a conocer el resto porque siempre he considerado que si soy músico me debe gustar toda la música.

Desde su terraza, Alejandro Ortega amenizó con su violín a sus vecinos las tardes de confinamiento en 2020. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
Imagínate. Cantantes que tienen millones de admiradores y que te dediquen un segundo especialmente a ti entre todos ellos, aunque sea una tontería, una storie, a cualquier persona le hace ilusión. Hoy en día hay mucha gente a la que no le gusta el reggaeton. Aunque su música no sea tan compleja como la clásica, son artistas que son capaces de transmitir. Eso es lo que te he comentado antes que valoro mucho, más que la perfección musical. Mis ídolos son personas que saben transmitir lo que ellos quieren a mucha gente ya que eso significa que son grandes músicos. Que una persona así me comparta en sus redes me hace bastante ilusión.
- Has alcanzado cifras muy altas de seguidores en TikTok e Instagram. ¿Cómo ha sido este proceso y cómo repercute en tu día a día?
– Sinceramente, siempre me mantengo igual. Lo que más quiero y me hace feliz es que la gente disfrute escuchando la música igual que yo haciéndola. La música es algo colectivo, no tendría sentido que la hiciera solo para mí. Entonces, a cuantas más personas llegue, pues más feliz soy. Como estudio y demás, hay un momento en el que si tengo 99 mensajes tampoco puedo dedicarme a contestar todos pero me encanta responderlos y hablar con los seguidores que me escriben.
La música es algo colectivo, no tendría sentido que la hiciera para mí solo
Está muy guay. La gente te habla, te da su punto de vista y aprendes a mejorar. La suerte que tenemos hoy en día con las redes sociales, comunicarnos con un montón de personas de todo el mundo y compartir la música con ellas… Antes la única manera de compartirla de forma global era, por ejemplo, grabando un disco en el que no te veían la cara ni cómo te expresabas tocando, que es muy importante. Las redes sociales para la música han significado una revolución.
- ¿Te está repercutiendo todo esto a nivel económico? Aparte de trabajar en bodas y demás eventos.
– A nivel de redes sociales, de momento no. En los últimos años me he dedicado a hacer esto de bodas y eventos; al tener ahora más repercusión y verme más gente es lógico que haya más personas que me contraten.
- Háblanos de tus inicios en el mundo de la música. ¿Por qué el violín?
– Mi madre es pianista. Ella desde que yo tenía cinco o seis años -de hecho aquí en casa tenemos un piano- me quiso meter en el mundo de la música y me insistió en que tocara el piano. Tengo las manos grandes y eso para los pianistas es muy bueno. Pero veía el programa ‘El Conciertazo’ de TVE, que me encantaba de pequeño, y al observar allí los violines se me metió en la cabeza que quería tocar ese instrumento. Le decía al mi madre “el violín, el violín, el violín…” y después de seis meses ella accedió y así fue cómo surgió.
- ¿Qué formación musical y académica tienes?
– He estudiado en la escuela Joaquín Turina, en el centro de Sevilla, desde de los seis años hasta la actualidad, que continúo. El título me lo otorga una escuela que se llama ABRSM, que está en el Reino Unido. No es el mismo título que en España pero es equivalente. A la vez, estoy estudiando Magisterio, con asignaturas de tercero y cuarto. Quiero tener muchas salidas en la vida y poder dedicarme a lo largo de ella a hacer bastantes cosas. Nunca sabes de qué agua vas a beber.

Primer plano del violinista Alejandro Ortega, Trianero del Año 2021. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
- ¿Qué música sueles escuchar habitualmente?
– Lo que más escucho es música clásica. Sobre todo Mozart. Es el que más me encanta de ese género; el mayor genio de la historia. También Vivaldi y Haydn. Me flipa muchísimo Justin Bieber. Artistas españoles como Manuel Carrasco, que me gusta mucho. De artistas de reggaeton me quedo con Jhay Cortez, Bad Bunny y luego he tenido una obsesión con Paulo Londra durante un tiempo. Es muy variado. De vez en cuando, además me apetece escuchar flamenco y la música de Semana Santa. Soy de Sevilla, es normal. Como músico me gusta todo. Obviamente un músico siempre le va a tener especial cariño a la música clásica porque al fin y al cabo es el origen de toda.
- ¿Cuál es tu mayor sueño en el mundo de la música?
– Algún día todos nos iremos. Dejar música que se quede aquí en el mundo para siempre sería mi mayor sueño. Es muy difícil. Aunque fuera de forma anónima. Pero creo que es lo máximo con lo que sueñan todos los músicos.
Mi mayor sueño es dejar música que se quede en el mundo para siempre
Otro de mis sueños además, al estar estudiando magisterio, es ser capaz de llevar a muchos niños al mundo de la música, puesto que hoy en día está bastante desprestigiada. Muy poca gente quiere estudiarla; en los colegios se le da poca importancia. Es como la típica asignatura “fácil” o que “no suspende nadie”.
- Cuéntanos cómo han sido tu infancia y tu adolescencia en el barrio.
– Como te he comentado, no soy mucho de salir y me apetece bastante quedarme en casa. Mi infancia la tengo sobre todo relacionada a mi colegio José María del Campo. Es lo que más recuerdo. Soy muy amigo de Lola, la profesora de música, nos queremos mucho. Me acuerdo de bastantes compañeros. Ahora salgo a menudo por Triana porque me encanta pasear solo; andar por las calles de Sevilla y pensar en mis cosas, reflexionar. Entonces, teniendo estas calles, el Puente de Triana… La calle Betis me encanta y callejear, por eso disfruto paseando por Pureza y sus callejones de alrededor. En general, me gustan mucho toda Triana y Sevilla y caminar por sus calles.

Alejandro Ortega sostiene el violín en su terraza. | FOTO: Javier Fernández Maeso.
Toda mi vida he vivido aquí (en el piso realizamos la entrevista). De pequeño iba con mis amigos al Parque del Turruñuelo. Como estuve en los Maristas un tiempo, por las tardes el colegio está abierto y nos íbamos allí a jugar al fútbol, al baloncesto… De todas formas las tardes siempre las he tenido muy ocupadas porque he estado durante un montón de años en baloncesto y en música, lo que te ocupa demasiado tiempo, más los estudios, que mi madre es profesora y con eso constantemente ha dado caña.
- ¿Qué significa para ti Triana?
– Es un sentimiento. Y expresar o describir un sentimiento con palabras es complicado. Es como si te preguntan qué es el amor o la felicidad. La forma perfecta y más clara que encuentro de responder: ser trianero es un sentimiento.
Alejandro , me ha gustado mucho tu entrevista , enhorabuena a ti y también a tus padres q te han inculcado la música .
Me alegro mucho q en tus planes futuros este trasmitir a los niños y niñas la música.
Un ole para ese trianero ,muchos besos y hacia adelante q tú puedes .
Enhorabuena, Alejandro!! Gracias por haber iluminado con tu música las tristes tardes del confinamiento. Nos hicistes sentir que todo pasaría y que no estábamos solas. Tus vecinas, Carmen y María José.